Celso Hernández Reyes comienza en el carnaval en el año 1994 y su relación con la fiesta ha sido continua hasta la última edición, antes de la pandemia. Celso Hernández es directivo de la Federación de Asociaciones Culturales del Carnaval del Mercado de la Salud (FACCMES) y presidente de la Comparsa Los Tabajaras. En Factoría de Carnaval hemos querido saber un poco más de él y de su vinculación con el Carnaval de Santa Cruz.
¿Cómo fueron sus inicios en el Carnaval?
En el año 1994 empecé en la Murga los Carricitos, pero al salir al Carnaval y escuchar las batucadas supe que eso era lo que yo quería. En 1996 comencé como componente en la Comparsa los Tabajaras y en el año 2007 pasé a dirigirla hasta el día de hoy.
En el mundo de las comparsas ¿qué es lo más importante para participar en los dos concursos, el ritmo o las coreografías?
Importante es realmente todo. Si hay algo que nos diferencia de los otros grupos, no solo en Tenerife, es nuestro espectáculo en directo encima del escenario. Pero está claro, a quién le corre por las venas sangre carnavalera, la calle es lo que nos causa hormigueo en el estómago. El calor del público y el sonido de la percusión, es una sensación que no se paga con dinero.
¿Cómo se prepara una comparsa para concursar, tanto en el Concurso de comparsas, como en Ritmo y Armonía?
Para concursar bien en ambos concursos, hoy por hoy, el dinero lo mueve todo, pero hay excepciones. Cuando trabajas duro, con mucho amor y el apoyo importantísimo de un grupo de personas, se consiguen grandes cosas. El ejemplo está en la edición pasada, que teniendo uno de los presupuestos más bajos del concurso, logramos el primer premio de presentación.
¿Qué prefieren los comparseros, el recinto o la calle?
Todo tiene su lado bueno y su lado malo. El recinto tiene sus cosas positivas, pero está claro que la calle, con la cercanía del público, es lo que nos da vida.
¿Cómo es un año sin carnaval?
Para mí personalmente un año sin carnaval lo he agradecido. La comparsa requiere mucho esfuerzo y mucho tiempo. Ese tiempo se lo quitas a la familia, al hogar y a ti mismo en general. Empecé muy joven en el carnaval y nunca he descansado. Ahora, con este parón, he podido pasar más tiempo con mi familia y esto es de agradecer.
¿Qué supone para la comparsa un año sin eventos?
Para la comparsa un año sin eventos es grave, pero me gusta ver el lado positivo de las cosas. Esto nos sirve para cargar baterías en general y retomar la actividad con más ganas si cabe, pero lo peor es la parte económica, ya que este colectivo se financia, en mayor medida, con su actividad anual. La parte buena es que nosotros nos ceñimos al presupuesto y no gastamos más de lo que debemos. Al no tener deudas, nos coloca en una posición privilegiada.
¿Cuál es su opinión sobre el carnaval virtual?
El carnaval virtual es una solución provisional ante la situación actual que vivimos. Pronto pasará todo y todo volverá a ser lo que era, es lo que queremos, porque un carnaval sin público es como un puchero sin verduras.
Redacción Factoría de Carnaval – Rubén Mesa Mengíbar