Hoy hablamos con Alexis Hernández, un gran comunicador del carnaval de Santa Cruz de Tenerife. En su faceta laboral, en estos momentos presenta un programa musical en Canarias Radio. Ha sido presentador, de distintos actos del carnaval tinerfeño, en los últimos años. En el Carnaval Virtual 2021 ha presentado tres espacios televisivos, en los que ha mostrado su conocimiento de la fiesta.
¿Dónde empieza tu vinculación con el carnaval y cómo ha sido?
Mi interés por el carnaval es de siempre. Desde niño esperaba impaciente que llegara el día de la Gala de la elección de la Reina, para verla en televisión y añoraba las intervenciones de Nifú Nifá, que siempre fueron mis números preferidos. Me encantaba eso y ver a las comparseras bailando al son de las batucadas. Era una noche mágica. Luego me encantaba ver el coso en Televisión Española.
Las murgas siempre me gustaron, hasta el punto de hacer una que se llamaba Los Guanches Chicharreros, con unos amigos del barrio, cuando tenía entre 10 y 11 años. En 1984 empecé en Los Bambones, donde era el batería, de ahí pasé a montar las voces y posteriormente fundé Los Chinchosos, en septiembre de 1987.
¿Cómo surgió juntar carnaval y comunicación?
Llegó por una casualidad. Mi enamoramiento de la radio era también de siempre. Era relativamente conocido como murguero en la sociedad carnavalera y de los medios de comunicación. Me incorporé a la plantilla de Radio Club Tenerife en 1989 en 40 Principales, luego Radio Minuto, Cadena Dial y Cadena Ser Onda Media. Colaborar en las transmisiones y noches de carnaval era inevitable, entre otras cosas porque conocía el mundillo. Fue un matrimonio fluido entre carnaval y comunicación, a fin de cuentas en las murgas también comunicaba, pero de otra manera. En 1995 me incorporé a Canal 7 del Atlántico y en 1999 a Televisión Canaria, hasta ahora. Siempre en los medios de comunicación, en carnaval y en fiestas populares y en todo tipo de transmisiones.
¿Cómo te sientes en un escenario, con un lleno de algo más de 7000 personas y en otro sin público?
En un escenario me siento como en casa. Cuando hay 7000 personas es increíble porque el cariño que se percibe, la energía que te hacen llegar con sus miradas y sus aplausos, es como un chute de alegría y felicidad. Te sientes partícipe de algo que es más grande que uno. Es un sueño emocionar a tanta gente. El público es maravilloso.
Cuando no hay público presente, me imagino que están, porque sé que hay muchos miles viendo la televisión y supongo que solo le hablo a uno o una y siento como los acompaño, los emociono y les trato de transmitir lo mismo, aunque yo no reciba el feedback. Me siento feliz igualmente y casi que pongo más intención, en lo que hago y digo, porque sé que en casa alguien espera eso de ti y lo agradece. Me encanta saber que sirves a alguien en ese momento.
¿Cuál ha sido su mejor momento en el Carnaval?¿Y el peor?
Mi juventud se desarrolló entre murgas y murgueros en carnaval, con la música y el humor. Sobre cada escenario cantando, en cada ensayo que he dirigido en los locales y fuera de ellos, con mis compañeros y con mis amigos. He sido muy feliz. Esa ha sido mi vida de juventud y algo después. El carnaval me dio amigos, escenarios, alegría, felicidad, reconocimiento, prestigio.
También, profesionalmente, los mejores momentos siempre tienen que ver con estar en directo contando algo. Mi intervención en la Gala del 2016, homenajeando al carnaval de los 80 y al gran Juan Viñas, el arranque de la gala del 2019, las finales de murgas desde 2015 hasta 2019, la Gala del 2020, que tuve el honor de presentar. Cada cabalgata y coso que he transmitido, cada Ritmo y Armonía, cada carnaval de día. Adoro contar historias en directo y pensar que alguien es feliz escuchándolas y viviéndolas desde casa.
Los peores momentos han estado vinculados con mis partidas de Bambones y Chinchosos. Me dolió mucho en ambos casos, pero fueron distintos. Esa pena me acompaña siempre, porque a pesar de que uno tiene que decidir y avanzar, lo que dejas atrás te duele dejarlo, y ese fue mi caso. Es lo más, y lo único triste, de mi particular historia con el carnaval.
¿Qué le han parecido los documentales que se han emitido?
Me ha encantado ver a los carnavaleros expresándose en un medio tan potente como el audiovisual y generado tan profesionalmente. Debería ser un espacio que se mantuviera, incluso durante el año, porque hay miles de personas que tienen que contar. El carnaval es mucho más de lo que se ve en los escenarios. Necesitamos conocer algo para quererlo y los documentales ayudan a conocer la fiesta y sobre todo a las personas que lo hacen.
¿Cómo fue la experiencia de presentar La Canción del Siglo?
Como para un pez estar nadando. Estaba en casa por partida doble: por estar en la televisión y un escenario, y por estar hablando y debatiendo sobre murgas. Una experiencia que me encantaría tener año tras año. Se aprende mucho de otros puntos de vista y creo que al público le interesa mucho.
¿Y presentar La Noche de las Comparsas?
Absolutamente innovadora. Por fin una oportunidad para ubicar a las comparsas en el sitio que les corresponde. Son uno de los grandes tesoros del carnaval y son increíbles. Tener a esos monstruos maravillosos, tan cerca, es un privilegio que espero repetir. Ellas lo merecen y el público también. Para mí sería una bendición participar.
¿Qué significó presentar la Gala “Santa Cruz corazón del carnaval”?
Un privilegio y un honor estar al frente de la primera transmisión, de una gala exclusivamente televisiva, en un año difícil como ninguno. Es de lo más bonito y gratificante que he hecho. Fue todo en equipo, energía positiva por parte de todos, trabajo para lucir lo mejor de nuestro carnaval, del que me siento más orgulloso, si cabe. Lo más importante es que redescubrí el carnaval y creo que los carnavaleros y carnavaleras también. Somos más de lo que parece y es una fiesta de la que sentirse orgulloso. Yo lo estoy porque las personas que la hacen, y las que trabajan para contarlo y transmitirlo, son increíbles.
¿Qué diferencias hay entre la gala de este año, adaptada a las circunstancias de la pandemia y una gala tradicional?
Este año había que valorar mucho más lo poco que tenemos. Había que ser más positivos que nunca para transmitir un poco de alegría, para que la llama del carnaval se supiera que no se ha apagado. Hemos conseguido ilusionar a las personas en casa, sobre todo a los miembros de los grupos carnavaleros que andaban cabizbajos, perdidos por las grutas del desánimo. Creo que hayamos contribuido a mejorar el ánimo y recordarles quiénes son y lo importante de su labor.
El año pasado era maravilloso volver a disfrutar de una gala que para mí fue un sueño, pero este año tenía que ser ilusionante para todos y todas. Espero haberlo conseguido, en lo que a mi parte se refiere.
¿Qué recomendaría a quien quisiera hacer periodismo de carnaval?
Hay que enamorarse de lo que cuentas para querer conocerlo todo lo posible. Todo lo que sea escuchar, a los que hacen el carnaval, es un máster que se va sumando y que te hará ser mejor.
Escuchen a los que saben, enamórense de lo que cuentan, disfruten haciéndolo y, sobre todo, nunca dejen de caminar con los zapatos de los que patean las calles carnavaleras. Ellas y ellos son la razón de que estemos tan orgullosos. Si los llegas a conocer, contar su historia y con ella la del carnaval, será coser y cantar, porque te saldrá del corazón.
El secreto es que no hay secreto, sino personas, historias y amor por la tierra y la fiesta en la que todos somos, por unos minutos, verdaderos artistas sobre o delante de un escenario. Si amas el carnaval, el carnaval terminará devolviendo ese amor multiplicado por mucho.
Redacción Factoría de Carnaval – Rubén Mesa Mengíbar